El salmorejo es una refrescante crema fría de tomate que
sienta bien todo el año. La receta original procede de Córdoba y sus
ingredientes son tomate, pan, aceite, ajo y sal y se suele servir con ralladura
de huevo duro y jamón serrano bien picado.
Como todas las recetas, existen mil variantes de Salmorejo,
pero hoy vamos a ver la tradicional. Para un kilo de tomates vamos a necesitar
200 gramos de pan (cuanta más miga tenga el pan, mejor), 250 gramos de aceite
de oliva, un diente de ajo y una cucharadita de sal.
Lavamos y trituramos los tomates en un bol. Ponemos el pan
troceado dentro del tomate triturado junto con el diente de ajo y batimos con
la batidora. Añadimos el aceite y sal y volvemos a batir hasta obtener una crema
uniforme. Pasamos el salmorejo por un colador para eliminar las pepitas, trozos
de piel del tomate y grumos que hayan quedado.
Con estas cantidades obtendremos unas seis raciones
aproximadamente. Sólo queda meter el salmorejo en el frigorífico para tomarlo
bien fresquito.
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